¿Alguna vez has ido a algún lugar con grandes expectativas y regresaste decepcionado porque las cosas no salieron como esperabas?
En la canción Lamento Borincano, el jibarito, un granjero o campesino de Puerto Rico, se dirige a la ciudad para vender su mercancía. Con grandes esperanzas y pasos ligeros, imagina todas las cosas maravillosas que tendrá dinero para comprar: un vestido nuevo para su esposa, comida, todo lo que su familia necesita. Su alegría es tan contagiosa que hasta su caballo parece feliz.
Pero todo eso cambia cuando llega a la ciudad y se enfrenta a la triste realidad de la Gran Depresión. Nadie compra lo que vende y, al no poder ganar dinero, regresa a casa desinflado, abatido y desanimado. "¿Qué será de mis hijos y de mi hogar?" Así termina la canción. Perdió la esperanza. Regresó a casa de manera muy diferente a cómo se fue. Salió de casa lleno de alegría pero regresó triste y con las manos vacías.
Otro hombre, un noble, hizo un viaje similar, pero con un giro:
Viajó a una ciudad cercana para encontrar su única oportunidad de esperanza, alguien que pudiera curar a su hijo. “Su corazón estaba cargado de tristeza. El sol le parecía cruel, el canto de los pájaros, una burla."* A cada paso, se preguntaba qué pasaría con su hijo. ¿Era el supuesto sanador tan bueno como decía la gente?
Cuando finalmente llegó, se sorprendió al ver a un hombre con un atuendo sencillo, tal vez no con el aspecto que esperaba. ¿Podría realmente este Hombre hacer algo? ¿Habría sido en vano el viaje del noble?
Su vida pronto cambió cuando recibió la seguridad de que su hijo había sido sanado.
Había venido con un propósito: encontrar ayuda para su hijo.
Pero regresó a casa con mucho más: paz, alegría, curación para su hijo y fe en Dios.
¡Encontró lo que buscaba y mucho más!
Su viaje de regreso a casa fue muy diferente al comienzo:
“¡Qué diferentes son sus sentimientos ahora! Toda la naturaleza presenta un nuevo aspecto. Él ve con nuevos ojos. Mientras viaja en la tranquilidad de la madrugada, toda la naturaleza parece alabar a Dios con él.
El noble salió de la presencia del Salvador con una paz y un gozo que nunca antes había conocido. No sólo creyó que su hijo sería restaurado, sino que con gran confianza confió en Cristo como Redentor." *
Dos viajes, dos resultados completamente diferentes.
Una historia termina en tristeza, la otra en gran alegría.
¿Cuál será tu historia?
*del Deseado de todas las gentes, p.199
P.D. Puedes leer la historia completa en la Biblia: Juan 4:46-53.
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